La historia principal se
desarrolla dentro de un hospital alemán, donde el hijo del anterior propietario
trabaja como médico, y director ahora, de forma eficiente y metódica siguiendo
escrupulosamente los dictados del nacionalsocialismo, por convicción y
devoción.
La idea de Kresthauser, el
protagonista, es hacer del legado de su padre una gran obra para mayor gloria
de sí mismo, de su padre y de la sagrada patria y su mayor servidor, su amado
Führer.
Los hechos se irán precipitando.
Una visita inesperada en mitad de la noche le proporcionará las herramientas
para llevar a cabo su ambicioso proyecto; su gran oportunidad de ampliar la
grandeza del hospital, y de hacer algo realmente importante por su país. Un
amor presentido y endogámico, conforme a los preceptos, que le permitiría,
llegado el caso, mantener la herencia de sangre y contribuir al mantenimiento
de la pureza de la raza. La aparición casual de un diario, el de su padre, que
irá completando los fragmentos de historia que el propio protagonista echa en
falta para conformar la suya propia y desdoblará la novela en dos historias
paralelas, aunque profundamente ligadas.
Otros personajes van a completar
el cuadro. Dos oficiales, uno de las SA y otro de la Krimo, que nos dejarán
entrever algo sobre las luchas intestinas dentro del Reich. Un médico que
trabaja en el hospital y que tendrá un peso especial en el desarrollo.
Una novela de lectura ágil y
entretenida, para una o dos tardes de verano.
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