Lo leí hace tiempo, en un otoño donde me faltaba
tiempo y el único libro que veía en todas las manos era este. ¿No fue una buena
elección? Tampoco mala; cualquier cosa que lleve a leer, nunca será mala
elección.
Por algún motivo alguien lo ha puesto de nuevo delante
de mí. Recordé que, en su día, ya había hablado de él y quise recuperarlo,
porque sigo pensando lo mismo. Como si lo hubiese leído ayer.
Revelada como best seller del momento, la trilogía de E. L
James, se inicia con este libro. Vendida como estandarte de novela erótica y
literatura destinada a mujeres, se ha hecho un hueco inmerecido, a mi parecer,
en los estantes de librerías y hogares de medio mundo.
Una joven universitaria se prenda de un apuesto y acaudalado
empresario. Dadas las inclinaciones sado masoquistas del guaperas en cuestión,
la muchacha, además de prendada, se ve prendida por el protagonista. Desde las
primeras citas y encuentros donde se marca la sumisión y el ansia de dominación de este
caballero, se va avanzando a una parte más amable donde es el amor el que va
surgiendo para suavizar tanto las prácticas sexuales, como el pensamiento del
joven. Fin de la historia.
En definitiva, es un producto, un mal producto, que se queda a medias entre un folletín
amoroso de principios de siglo y un quiero y no puedo en el género erótico.
El contenido es simple y la forma lo es aún más. Sin
embargo, millones de personas se han lanzado a la lectura no de uno, sino de
tres libros, para conocer la historia completa. Algo debe de tener pues…, o
bien el mérito lo obtiene íntegramente el marketing realizado.
A propósito del mismo, las dudas que me asaltan al
proclamarlo como literatura para mujeres, son tan grandes que me han ocupado
más tiempo que la lectura del propio libro. Al ser para mujeres, ¿dicen que lo
nuestro es la literatura simple, sin forma ni contenido, y aquello de más
enjundia se reserva para los varones, con más altas inclinaciones literarias e
intelectuales, como de todos es sabido?, ¿acaso las mujeres sólo leemos
literatura erótica descafeinada o nos escandalizaríamos y sólo los hombres
pueden enfrentarse a un buena narrativa erótica?.
Perdón por las diatribas irónicas que me ha causado este
libro, le dan más importancia de la que tiene y consiguen lo que se pretende,
que se hable de él. La literatura, la buena literatura, es universal y no
sexista, por lo tanto, la mala literatura también.
(Publicado en http://www.criticadelibros.com/ el
15.11.2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿y tú que opinas?