
Maya pone en
contacto a familias estadounidenses con instituciones chinas que harán posible
la adopción de niñas de ese país.
Tan novelada como
real, en la historia se van descubriendo los miedos, las inquietudes y las
ilusiones de los padres adoptantes, así como los motivos y las angustiosas
decisiones que tendrán que tomar los padres que ceden a sus niñas. Nada es tan
sencillo como pudiera parecer y Ann Hood,
a través de Maya y de las cinco familias que la acompañarán en este
viaje más emocional que físico, nos muestra los dos extremos de una realidad.
Destaco, las
historias de las familias, o más bien, de las madres chinas que se ven abocadas
a dejar a sus bebés, siempre niñas, a cargo de instituciones gubernamentales o
religiosas y, por otra parte, destaco las situaciones de duda, los problemas
reales a los que se enfrentan quienes deciden adoptar un hijo.
En el mundo de los
grises, de las dudas y de las incertidumbres, un hilo rojo guiará sus destinos.
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